Del 07 al 22 de
Diciembre, nuestro postulante Basil Darker tuvo la posibilidad de participar en
una misión camiliana en la desembocadura del río Amazonas, en el estado de
Amapá, en el norte del Brasil. En aquella región trabaja una comunidad
camiliana (con sede en la ciudad de Macapá) hace 40 años, donde destaca el P.
Raúl Matte, que también es médico y que desarrolla desde 1989 misiones de
atención médica y espiritual a las comunidades que se encuentran en las riberas
del Amazonas, apartadas de los núcleos urbanos (donde están los centros de
salud). En palabras de Basil: “De las dos semanas, primero estuvimos 4 días a
bordo del “São João Batista II” visitando 4 comunidades ribereñas distintas,
realizando atenciones de medicina preventiva y curativa a niños y jóvenes por
la mañana y luego por la tarde la atención espiritual a través de los
sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía; la semana siguiente fue más o
menos parecido, estando 3 días atendiendo a indígenas de la etnia Waiãpi,
quienes viven en una reservación en medio de la selva, a 300 km al norte de la
capital del estado. Agradezco mucho a
Dios y a mi comunidad el haberme permitido participar en esta experiencia única
y, diría, heroica. Fue una experiencia muy importante para mí conocer a una
persona como padre Raúl, un camiliano sencillo y apasionado, a quien se le nota
intensamente feliz en su vida y su vocación, de otra forma no me explico ver a
una persona de 78 años encaramándose a un barco ribereño con una energía
juvenil que sólo la da el amor por lo que se hace en nombre de Cristo. Creo que
P. Raúl encarna de manera admirable el deseo de san Camilo de asistir
integralmente a todos los pobres enfermos que se pudiese; y no era un hacer por
hacer, sino que se actúa siempre basados plenamente en la relación con Dios y
María Santísima, no se podía iniciar ni acabar el día sin dedicarnos a la
oración o sin colocar la mirada en Dios, para después verlo con más nitidez en
los hermanos que asistimos. Los ejemplos de P. Raúl, P. Jorge, P. José Wilson
(sus compañeros en la comunidad de Macapá), y también el de los religiosos de mi comunidad aquí en Chile, me invitan a seguir perseverando y creciendo en este
camino de vida junto al Señor, me muestran la riqueza y versatilidad de nuestro
carisma y me animan a estar siempre atento a las inspiraciones de Dios, quien
me irá revelando cual será mi propio estilo de ser camiliano.”