El 8 de abril, los alumnos del tercero y cuarto medio del Colegio San Francisco de Asís han tenido la experiencia sobre qué significa vivir la Caridad en nombre de Cristo, visitando a los enfermos del Hospital Parroquial de San Bernardo. El punto de partida ha sido la Capilla del Sagrado Corazón del hospital, donde el director, Jaime Rodríguez, y el vice-capellán, P. Pietro Magliozzi (religioso camiliano), introdujeron la experiencia con una bienvenida y una explicación del papel de la Iglesia en el dar un servicio y un sentido sobrenatural al mundo del sufrimiento. Un papel que los cristianos han realizado con honor y creatividad por 2000 años y siguen haciéndolo con responsabilidad.
Después de una hora de visita, los alumnos han regresado a la capilla dando testimonio de su encuentro con los enfermos. He aquí algunas frases:
- “Con un viejito no pudimos hablar, pero su sonrisa de despedida nos llenó más que muchas palabras”.
- “Una viejita evangélica se emocionó cuando le hicimos notar que su nombre, María, era el mismo de la Virgen, Madre de Jesús”.
- “Un presunto bandido estaba atado a la cama con esposas, cerca de un carabinero que lo custodiaba, y nos habló mucho sobre su inocencia. Nosotros, mientras lo escuchábamos, hemos notado que estaba haciendo un examen de conciencia”.
- “Una enferma, hace 50 días en una cama del hospital, tenía mucho deseo de hablar y nos contó toda su vida, su fe, sus relaciones. Al final, desahogada y consolada nos saludó alegre y agradecida”.El hospital es un lugar privilegiado de encuentros significativos entre personas, un lugar donde hay tiempo para narrarse y escuchar, es decir, es un lugar de relaciones sanas y auténticas. Además, es un lugar favorable para la nueva evangelización y para la misión continental, primero, porque permite llegar a toda la población y luego por el hecho de que la Caridad habla al mundo de hoy mucho más que las palabras y teorías. Como dijo el Papa Pablo VI: “El mundo de hoy busca testigos antes que maestros y si escucha a los maestros es porque son también testigos”. Estos jóvenes han sido “testigos de la Caridad”, un camino que se puede repetir.
Después de una hora de visita, los alumnos han regresado a la capilla dando testimonio de su encuentro con los enfermos. He aquí algunas frases:
- “Con un viejito no pudimos hablar, pero su sonrisa de despedida nos llenó más que muchas palabras”.
- “Una viejita evangélica se emocionó cuando le hicimos notar que su nombre, María, era el mismo de la Virgen, Madre de Jesús”.
- “Un presunto bandido estaba atado a la cama con esposas, cerca de un carabinero que lo custodiaba, y nos habló mucho sobre su inocencia. Nosotros, mientras lo escuchábamos, hemos notado que estaba haciendo un examen de conciencia”.
- “Una enferma, hace 50 días en una cama del hospital, tenía mucho deseo de hablar y nos contó toda su vida, su fe, sus relaciones. Al final, desahogada y consolada nos saludó alegre y agradecida”.El hospital es un lugar privilegiado de encuentros significativos entre personas, un lugar donde hay tiempo para narrarse y escuchar, es decir, es un lugar de relaciones sanas y auténticas. Además, es un lugar favorable para la nueva evangelización y para la misión continental, primero, porque permite llegar a toda la población y luego por el hecho de que la Caridad habla al mundo de hoy mucho más que las palabras y teorías. Como dijo el Papa Pablo VI: “El mundo de hoy busca testigos antes que maestros y si escucha a los maestros es porque son también testigos”. Estos jóvenes han sido “testigos de la Caridad”, un camino que se puede repetir.