Como el año pasado, aun este año los dos postulantes camilianos, Cristian Orellana y Cristian Contreras, además de un joven en discernimiento, Walter V. han tenido su mes de caridad camiliana veraniega en el Pequeño Cottolengo, gracias a la gentil hospitalidad de los religiosos de don Orione (Cerrillos Santiago). A pesar de ser la segunda vez que tienen esta experiencia pastoral, los postulantes la han encontrado siempre nueva y enriquecedora. El acompañamiento a este tipo de persona, que don Orione eligió como privilegiados, es a un nivel distinto del verbal, aquí los 370 asistidos de la casa no necesitan contenidos, charlas sobre el servicio o el amor; necesitan puro amor: “de esencia a esencia”, es decir, el amor que viene desde lo más profundo del espíritu, el amor que enriquece a quien lo recibe y a quien lo da.
