Eduardo Andrés Pío Cerda Urrutia tiene 5 años. Nació el 30 de junio de 2003, de 26 semanas con grave daño neurológico (síndrome de West).
La historia de estos años de Eduardo ha sido una historia de lucha incansable, llena de amor, de fe y de esperanza para su madre, Mariana Urrutia Guerrero, no sólo para mantener vivo a su hijo, sino para darle la adecuada estimulación para sus funciones humanas.
En noviembre de 2007, la mamá de Eduardo conoció al padre Pietro en un congreso de medicina y le pidió rezar al Siervo de Dios Nicola D'Onofrio, para obtener la recuperación de su hijo. Desde esta fecha, el niño ha mejorado, sacandose la sonda y siendo capaz de deglutir choclo, puede sentarse, ha aumentado sus palabras diciendo ti amo (te amo), paie (padre), venga (para pedir ayuda), etc.
La mamá quiere ,además, con una donación de japón, una estructura sanitaria de caridad para niños secuelados donde se integre la ayuda biomedica, la medicina no convencional y la asistencia religiosa y espiritual. Si esto se llegara a realizar, será un verdadero milagro de caridad camiliana.