Nicola D'Onofrio trabaja como promotor vocacional en Chile



Como pasaba en la vida de San Camilo y de su obra, cuando cada hito importante ocurría en fechas marianas, así hoy, 21 de noviembre, memoria de la Presentación de la V. María, Dios con su Providencia no ha hecho conocer un joven: S. M. Tiene 19 años. Está estudiando Ciencias Sociales para desarrollar y realizar una elección de vida hacia el “servicio”. Es coordinador general de su diócesis de la EJE (Encuentro de Jóvenes en el Espíritu Santo), organizando misiones, formación y encuentros de pastoral juvenil.
S. ha sido buscado y acompañado por Nicola en esto últimos 5 años. Lo conoció en el 2002, cuando visitando la casa de una abuelita vio, por primera vez, una estampita de Nicola y le llamó la atención (extraño, porque no tenía una sensibilidad particular para las estampitas en general). Este rostro joven con esta sonrisa lo capturó desde el primer momento, y, sin pedir permiso, tomó esta estampita consigo. S. tenía 14 años. Luego, no sabe como, perdió la estampita y fue buscándola sin éxito; sólo se acuerda que, entre tantas micros de San Felipe, siempre tomaba la única que tenía una estampita de Nicola pegada en el techo.
En el 2005 en una misión de la Hnas. Dominicas encontró de nuevo estampitas de Nicola y, esta vez, también el libro de su vida. Lo leyó y lo impactó. Se quedó en él el amor de Nicola a la Virgen y su horror al pecado (“si tengo que pecar, llévame”). “Nicola es tan especial” dice S. y, junto a la madre, se pusieron a rezar y le pidieron ayuda y protección.
Lo signos de esta ayuda no se hicieron esperar y esto fortaleció la cercanía entre S. y Nicola. La madre salió de una depresión, S., que quería estudiar, pero no tenía los medios materiales, se fue a Santiago a los 18 años, solo, con una Biblia y una estampita de Nicola, y ¡¡nada más!! Y encontró inesperadamente, antes una ayuda de las hnas. Dominicas que le pagaron la matricula en la universidad, luego un trabajo para pagarse la mensualidad y la pensión. Pero la mensualidad era de 180.000 pesos y con el trabajo no llegaba más que a 90.000 pesos. Pidió una beca (la pidió a Nicola) sabiendo que no tenía los requisitos, que estaba a 80 cupos después del último con derecho de beca, y…. milagro, obtuvo la beca y pudo quedarse en Santiago estudiando para aprender a servir al que sufre, al humillado de la vida.
La vida de S. está marcada con su atención al mundo juvenil. El 17-18 de noviembre pasado, por ejemplo, ha trabajado con 500 jóvenes del EJE y el próximo 15-16 de diciembre va a tener y organizar un encuentro ínterzonal con 1500 jóvenes.
A pesar de todo esto, que podría llenar a cualquier. S. en su proyecto vital tiene un sueño: consagrar al Señor su vida. Lo maduró en las varias jornadas vocacionales en las cuales participó con varios grupos y congregaciones y hoy conoció, a través del Sitio Internet (www.sancamilochile.catolico.ws) la orden de los camilianos, la misma orden de Nicola, que hace 5 años lo persigue. Vino así a conocernos y compartir sus proyectos con nosotros. Si esto ha pasado tiene de seguro un por qué y un para qué. Acogemos agradecidos por el momento este regalo de Nicola, promotor vocacional, y rezamos para que Nicola nos ilumine en el camino que sigue, haciéndonos vislumbrar el misterio con el cual Dios dibuja en la vida de cada uno de nosotros.