La presencia de Nicola D'Onofrio no cesa de impresionar a los chilenos con sus obras y signos. A pocos días de la fiesta de aniversario que en San Bernardo se celebró en la parroquia San Camilo el 12 de junio, la noche del 24 de junio pasó un hecho extraordinario en la posta del hospital parroquial de San Bernardo. Aladín, un señor de 72 años, con enfisema pulmonar avanzado (por cigarillo) y una neumonia, se encontraba moribundo en una camilla del servicio de urgencia (con pérdida del reflejo corneal, respiración agónica, saturación de oxigeno a 29%, inmovilidad absoluta). Se llama el capellán del hospital, P. Pietro, camiliano, para la Unción. Este último pone una estampita de Nicola D'Onofrio con la reliquia sobre la almohada y empieza la celebración del sacramento. 3 auxiliarias de enfermería dejan su trabajo y se acercan al moribundo para contribuir con su fe a la función, junto a la hija del caballero que lo acompañaba con sus palabras y gestos de amor.
La mañana siguiente (25 de junio) el señor Aladín estaba de pié, vígil y respirando normalmente. Nadie podía creer lo que había pasado. Esperamos algunos días para comprobar con una radiografía si se trata de un evento inexplicable por la ciencia o de un signo de una Iglesia sanante.